www.cortesiadelacasa.com

DONDE QUEDARON LOS PAPELES?

DONDE QUEDARON LOS PAPELES?
Fotograph by: Daniel Grizelj

Un cuento



Desde hace un tiempo me cuesta encender el fuego. Los fósforos no son como los de antes, ahora hay que ponerlos cabeza abajo y esperar a que la llama tome fuerza; la leña viene húmeda, y por más que le recomiendo a Frédéric que me traiga troncos secos, siempre huelen a mojado y prenden mal. Desde que me empezaron a temblar las manos todo me cuesta mucho más. Antes yo tendía una cama en dos segundos, y las sábanas quedaban como recién planchadas. Ahora tengo que dar vueltas y más vueltas alrededor de la cama, y madame Beauchamp se enoja y dice que si me paga por hora es para que no pierda tiempo alisando un pliegue aquí y otro allá. Todo porque me tiemblan las manos, y porque las sábanas de ahora no son como las de antes, tan firmes y gruesas. El doctor Lebrun ha dicho que no tengo nada, solamente hay que cuidarse mucho, no tomar frío y acostarse temprano. "¿Y ese vaso de vino cada tanto, eh, madame Francinet? Sería mejor que lo suprimiéramos, y también el pernod a mediodía". El doctor Lebrun es un médico joven, con ideas muy buenas para los jóvenes. En mi tiempo nadie hubiera creído que el vino era malo.

de "Los Buenos Servicios". Julio Cortázar

En las latitudes, a cinco minutos de apagar la luz, Grau escribió:


Estoy aquí como si estuviera contigo.
Estoy aquí como si estuviera contigo.
Estoy aquí como si estuviera contigo.
Estoy aquí pensando que estoy contigo.
Estoy aquí pensando que estoy contigo.
Estoy aquí pensando que estoy contigo.
Estoy aquí creyendo que estoy contigo.
Estoy aquí creyendo que estoy contigo.
Estoy aquí creyendo que estoy contigo.
Estoy aquí sabiendo que estoy contigo.
Estoy aquí sabiendo que estoy contigo.
Estoy aquí sabiendo que estoy contigo.
Estoy aquí sabiendo que estoy
Estoy aquí pensando que
Estoy aquí pensando
Estoy aquí
Estoy
Contigo!
Enrique Grau, 1974
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha.
Capítulo Pimero